Revista de Apicultura del Centro del País

Editorial
CON FINAL ABIERTO

Más allá de cómo termine en el corto plazo esta crisis en la Argentina, el vacío institucional, la falta de proyecto político, la total ausencia de imaginación para planificar un desarrollo armónico, sustentable e inclusivo del país; en síntesis, la incapacidad de gobernar si no es por el manejo discrecional de los recursos corrientes del Estado, manifiestan la inminente caída del actual modelo administrativo.

De hecho, el oportuno modelo de recuperar las arcas del Estado con el recurso de las retenciones instaurado por el Ministro Lavagna en 2002 tuvo mejores resultados que los previstos y le dió al gobierno de Néstor Kirchner suficiente oxígeno como para comenzar de cero y construir un nuevo país a partir de recursos genuinos. Ese modelo le dio credibilidad a Lavagna en todo el país, hasta que ahora volvió al "seno" del partido... Kirchner, en los primeros tres años de crecimiento económico tuvo la gran oportunidad pero, no la aprovechó, quedó cautivo de su propia maraña dirigencial e, incapaz de marcarle el rumbo a provincias de gran capacidad productiva como el interior de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza o Entre Ríos, se quedó sólo con el poder de manejar la caja. Una variante repetida en una clase dirigente argentina totalmente abúlica, amancebada, que va detrás de su interés inmediato y que, para evitar la confrontación, sienta en el sillón de Rivadavia ignotos caudillos populistas. El recurso de Lavagna duró un par de años pero, él debió renunciar porque comenzó la inflación y no tenían un plan o no se animaron a ponerlo en marcha. Pronto se puso en jaque y derrumbó la sustentabilidad de las economías regionales pero, como el precio de los granos trepó constantemente nadie podía abrir la boca. ¿Qué importaba que el mercado de exportación de miel cayera de más de 200 millones de dólares anuales a apenas 100? si por otro lado multiplicamos por 10 los ingresos del cereal. Con la miel se cayeron otras cadenas productivas. Ahora le llegó el turno a las producciones más importantes del sector agropecuario que, habiendo tenido la posibilidad y los recursos de planificarse, también optó por el cortoplacismo del rédito inmediato. Queda algo de reserva moral en pequeños productores y, aunque aturdida por las tecnologías impuestas por los grandes capitales, capacidad profesional suficiente para hacer las cosas bien. Bregamos porque después de la tormenta nos encaminemos hacia la luz. Las crisis son momentos para las propuestas y el cambio, nos vemos en San Francisco.

Fernando Luis Esteban
Director